¿Cuál es el precio que debo cobrar por un producto o servicio? Esta duda es común entre muchos empresarios, que tienen recelo de determinar un valor adecuado para los clientes. Después de todo, errar al estipular el precio de venta perjudica el beneficio o las ventas – y si el problema no es corregido, el negocio va a la quiebra.
Si te encuentras en esta situación, conoce el cálculo necesario para decidir el valor y garantizar un saldo positivo a fin de mes.
Cómo ajustar el precio de venta
El primer paso es saber cómo el precio de venta es definido. Él debe ser ajustado de acuerdo con otros costos del negocio: fijos, variables y no operacionales, considerando aún un margen de ganancia a ser alcanzado. Es decir, los ingresos obtenidos con la venta de los productos o servicios deben cubrir los gastos relacionados con la producción y los recursos utilizados para la venta, además de generar un porcentaje de dinero.
Sabiendo esto, un análisis que funciona para cualquier tipo de negocio. Analiza los costos: exactamente cuánto gasta la empresa para adquirir, elaborar el producto y realizar los servicios.
Además, tenga en mente los gastos: cuánto cuesta para comercializar los productos o servicios – entran en la lista pago de profesionales, agua, electricidad, alquiler, comisiones, fletes, impuestos.
Luego, se estipula un porcentaje viable de beneficio a alcanzar. El beneficio es el rendimiento que la empresa recibe cuando efectúa las ventas excluyendo el pago de los costos y gastos. Después, es el momento de calcular.
¿Cómo calcular?
El cálculo para determinar el precio de venta es sumar los costos, gastos y beneficio deseado. La suma de estos factores da lugar a la cantidad mínima a cobrar por el producto o servicio en particular.
Otros factores que deben ser considerados
Esté siempre atento a la competencia. Saber cuánto otras empresas están cobrando es una forma de analizar si tu negocio es competitivo en el mercado. A través de esta comparación, sabrás si es necesario cambiar el precio de venta.
Si el mercado y los consumidores no aceptan el precio que cobras, es necesario repensar tus elecciones. Lo ideal es saber cuánto el cliente estaría dispuesto a pagar por los productos o servicios.
Cuidado con el precio de venta muy bajo
Evita un error que puede llevarte al cierre de tu negocio: cobrar un valor muy debajo del factible. Muchas veces, empresas que no se destacan por la calidad acaban estipulando precios de venta muy bajos, que no cubren todos los gastos involucrados en los procesos de producción y comercialización.